--] Mis Poemas [--

“Vuela mansa gaviota”

Que triste es el velero
que se fue sin rumbo a navegar.
Más triste es mi sendero
que a tu amor no pudo llegar.

Vuela mansa gaviota
alza tus alas hacia el mar,
vuela lejos donde no haya gota
que tristemente veas derramar.

Tal vez más allá en lo lejano
habrá olas que se acercan,
y en pleno verano,
también olas que se alejan.

O quizá entre olas al sonar
veas a barcos bailar,
tal vez algunos para recordar,
o acaso otros para olvidar.

Y si en pleno recorrido
pierdes una pluma en el mar,
descuida, fue parte del nido,
¡del que no pude cuidar!.

"Acuérdate de mí" 
I
Has de recordar mi nombre, y no podrás borrarlo.
Mi nombre está en tu calle, en aquel parque;
Y restañas en el rosal de tu sonrisa,
la nostalgia del rocío en la brisa.
II

Cuando al pasar por ese parque;
y no halla luna, ni estrella luminosa,
solo un triste foco con su luz atardeciente
y un soplo solitario del viento encaneciente;
Me traerá el recuerdo, de tu sonrisa enardeciente.
III

Oh, cuando veas al autobús cruzar tu calle;
cargado de sueños, de llanto dolido y desventuras.
Cuando veas a un padre despedir a su hijo,
y observes el llanto brotar en sus ojos
¡Acuérdate de mí!


“La vana espera”

Dios mío, ahora si que la he perdido,
inmenso es el dolor que no he podido
decirle al corazón que me he despedido.

Y es una razón que no he comprendido,
la que me hiere el recuerdo al saber,
que tal vez no la vuelva a ver.

Entre tu jardín seré el rosal más triste,
el más venerado que una vez tuviste.
Aunque el mundo ría feliz yo estaré triste
reparando el dolor que me hiciste.

El amor por el que esperé en vano,
se me fue al abrir la mano;
así, como en una tarde de verano,
se pierde el sol en lo lejano.


“Inolvidable”

Decir que te dejé de querer,
es como dejar volar las aves.
Es algo que no se puede entender,
porque algunas, aún pasar las ves.

Se dice adiós, y es como el licor,
por más fuerte que sea, no te ayuda a olvidar.
Se dice adiós, y después rompes el rencor
porque al verla, es imposible de odiar.

Se dice que se deja de querer,
que el llanto en los ojos se secó,
mentira, a veces adentro quiere renacer
porque si afuera murió, adentro se intensificó.

Se dice que bastó decir adiós, mentira,
a pesar que a los ojos ya no llega el día,
hay un sentir que en lo profundo aun respira;
Sentimiento inaudito, que el amor desconocía.

Decir que por lo nuestro no hay ni un suspiro,
es un impío mas allá del olvido;
además tu aire es el que mejor respiro
y es a tu lado cuando no me siento perdido.

Se dice adiós y todo se cree vacío,
hasta el más pequeño cariño,
y como explicar en la almohada el rocío,
si antes de dormir se llora como un niño.

Decir que se dejó de querer es como la arena,
donde grabaste tu nombre y el mío;
al llegar la ola sólo nos dejó una pena
así como al atardecer un triste sombrío.

Decir adiós creo que fue el peor error,
además que sin ti todo resulta aburrido,
no sale el sol con el mismo fervor,
y no acepto que de mí, tú te hayas ido.


“Poema a la madre”

I
Me llega tu sonrisa
en la ternura de la brisa.
Me alivia tu recuerdo
con el cual me duermo.

II

Llevo en el pecho un gran querer
que si un día lo llego a perder,
Dios me prive del desamor,
porque sería tan fuerte mi dolor.

III

Si en el cielo hay una estrella
a mi lado está mi madre bella,
si en el jardín hay una rosa,
en mi casa está mi madre hermosa.

IV

Quizá alguna vez sin querer te lastimé,
hoy en tu día con un abraso y un beso,
vengo a decirte feliz día, y por eso,
no olvides, que siempre te amaré.


“Cinco sentidos de nostalgia”

Si una flor se marchita,
un cigarrillo se hace humo
y una lágrima se seca;
porqué el amor estando muerto,
de las cenizas resucita.

Son crueles los enigmas de la vida;
Después de haber querido con entrega,
de un momento a otro
el amor se posterga;
Y aquella que diste por perdida,
aún sigue siendo muy querida.

Dios mío, que crueldad,
a veces resultan fatales tus dones;
La veo en gestos que no son de ella.
La escucho en baladas que me hablan de ella.

La husmeo en aquel perfume,
que si antes me alentaba, ahora me agobia.
La siento en el aire taciturno, que si antes
era yo quien la abrigaba, soy quien ahora tiene frío.

Intento borrar la dulzura que dejó en mis labios,
Dios mío, hasta lo más amargo sale a ella.

Son crueles los enigmas de la vida;
Un ciego, sordo o mudo,
siente que en la vida no fue dichoso,
es algo que me resulta caprichoso.
Unos queriendo ver lo que mis ojos ven,

Quizás otros queriendo oír lo que yo oigo,
y yo añorando, Señor,
por la cobardía de una mujer,
no haber tenido nunca estos dones,
y no haber sabido, que se siente perder.


"Cuando el corazón te reclame ternura”

Un día cuando el corazón te reclame ternura,
no habrá alguien igual que le ponga cura.
Suspirarás un día por aquel amante extraño
quien te besó la frente para no hacerte daño.

Aquel amante tonto que ocultabas como amigo,
aquel que miraba el cielo para soñar contigo,
aquel es el amante que de tanto haber soñado
el destino lo premió como hombre desdichado.

Recordarás un día al que fue tu amante,
quien de tanto amor se quedó agonizante.
Aquel hombre que aún teniéndote cerca estuvo lejano,
es quien para sellar su amor, no pudo llegar temprano.

Aquel hombre que te paseó en sus brazos,
te regaló un ramo de rosas y las espinas hizo pedazos;
Aquel es el amante que te amó de varias maneras,
y es quien te llenó de besos sin que tú lo supieras.
Te acordarás del día que lo miraste indiferente
y que por una calle ambos bajaron la frente.
El corazón de aquel amante su nombre escuchaba,
no eran tus labios, era tu corazón quien lo llamaba.

Probablemente hoy día, más tarde o mañana
tendrás que llorar su muerte en tu ventana,
y cuando en su ataúd veas que se fue triste,
¡desengáñate!, sabrás que en realidad lo quisiste.


“A la mujer que se cree diosa”

Tú que por tus curvas te crees diosa,
en mala hora el redentor te hizo hermosa
pero así como ahora te comparan con una rosa,
mañana cuando marchite, no has de ser muy dichosa.

Cuando pasas por las calles alzas la mirada,
y por ser diva con todo el mundo eres sobrada;
es como ver en los ríos pasar la corriente
y sumergir los mareos en la mente.

Señorita, no se eleve mucho en esta vida,
que por presumida puede pasar por desapercibida
o quizás pueden dejar de silbarle las aves,
insultos penosos que pueden resultarle graves.

Cuidado, a pesar que usted se cree muchacha,
la abeja después del pique la cabeza agacha.
A veces unas no le dan importancia a las canas
sin percatarse que no están muy lejanas.

Señorita, si quiere más consejos, he aquí un amigo,
y si usted se siente sola, puede quedarse conmigo;
Comprendo que es usted un encanto,
quizá yo para usted un desencanto.

Que diferencia puede haber… un día muertos;
Ambos cuerpos son horrendos estando descompuestos.
Señorita, hágame el favor de cerrar sus ojos
y permítame saciar sus antojos.


“Adiós mujer orgullosa”

Desde este mismo momento te deseo suerte
y aunque no quiera, algún día tendré que verte,
yo seré entre tu libro la página inerte,
la que no divulgarás, que yo llegué a tenerte.

Así como te creí que loca por mí, tú habías estado,
con el mismo cuento, tendrás tu siguiente enamorado;
y por ser bonita, dudarás si es amor lo que te ha dado;
motivo será, para no tardar en dejarlo de lado.

Y como es por ley, un día tendrás que casarte,
aunque tu esposo como yo jamás llegue a amarte;
quizá te aburras porque ni en las palabras tiene arte,
y no sabrás que sería, si este poeta llegara a besarte.

Mañana quizá nos crucemos en la calle, que triste;
Acaso al verme querrás volver por donde viniste,
yo con el humo del cigarro, anunciaré que ya fuiste;
tú en cambio, no podrás ocultar que me quisiste.

Entre todos tus sueños habrá uno que te asecha,
no dudo que despiertes satisfecha,
y será la alegría de la que tu esposo ni sospecha,
la que te llene de tristeza al recordar una fecha.

Me voy, aún amándote en esta mísera hora.
Tomaré el camino que desvía un alma soñadora,
te dejo mi pañuelo para que esa lágrima que te decora,
cuando te acuerdes de mí, no te diga traidora!.


“Obelisco prohibido”

Voy a contarte mi amigo, una triste historia,
y no quiero que pierdas la memoria.
Ya que fatal es el golpe que llevo clavado
y roja es la lágrima que está a tu costado.

Amigo, yo soy el otro que también la amaba,
te cuento esto, porque la culpa me ahorcaba.
Ella una mujer que tuvo la bendición de ser bella,
yo la desventura de ser débil ante ella.

Me lastima saber que alguien la haya amado,
y que yo jamás se lo hubiese confesado;
Ella me tiene al borde de la locura
y que difícil es distinguir tanta hermosura.

Tal vez al proponérselo siquiera lo dudaría,
si la tuviera en mis brazos tan feliz yo estaría:
Si me viera los ojos al sentirme dichoso,
viera que es aún joven, lo que parecía añoso.

La culpa no es de ella, y mucho menos de él;
Y si hay un culpable aquí, yo soy aquél.
Y si hay castigo por amarla a pesar de ser ajena,
¡que venga ya!, que muy larga se ha hecho mi condena.

Algún día moriré, ¿con esperanza?, ni del cura,
por más padres nuestro que se rece en mi sepultura
mi alma se calcinará en el fuego del infierno,
la de ella amanecerá en el paraíso eterno.

Amigo, pequé contra un falible mandamiento,
amé una mujer ajena, y sufro en este momento,
si me estimas como dices, quiero que llores conmigo:
La mujer que amé… fue tu mujer amigo!


"Lo siento amiga, te amo"

Si pudieras entender
como yo te estoy queriendo,
jamás me quisieses perder.
Amiga, yo por ti estoy muriendo.

Era mi amiga, pero yo la amaba
mis palabras se acercaban lentamente,
y al entender que por mí no suspiraba
yo percibía sus dilemas tristemente.

Era mi amiga, pero yo la amaba
mi codicia era comprar su razón
y ofrecerle lo que mi cariño le hospedaba,
pero entre hojas secas se empolvó éste añejo corazón.
Era mi amiga ante los ojos de la gente
porque a nadie de este amor jamás comentaba,
pero así como se lucha contra la corriente
yo forzosamente éste sentir ahogaba.

Era mi amiga, de mi amor nunca supo nada
y por más que a diversas partes la acompañaba,
por más que parecía emocionada
no era conmigo con quien soñaba.

Amiga, aunque tú no sueñes conmigo
tú para mí eres un sueño hecho realidad
y aunque algún día ya no camine mas contigo,
me gustaría que sepas
que te amé más allá de la inmensidad...


"Amor no correspondido"

No era mujer. Fue una rosa
lo afirmé cuando te vi reír la tarde aquella;
Fue mía la culpa de pintarte una estrella,
y fue tuyo el error de ser amorosa.

No era una rosa, fue más que eso
Lo afirmé cuando tu voz me originó una llamarada;
Era escuchar una balada y no decirte nada
y recorrer por su ritmo en busca de un beso.

Me llenó de hastío la tardanza,
tarde para que dos corazones se den la mano,
pues era como saludar a una estatua en vano,
era poner mi amor y tu amistad en la balanza.

Esto que digo es más que un poema
mirar a la luna en una noche vacía,
sin estrellas, sin baladas. No sé que sería,
sólo se que en tu puerta, mi corazón se quema.


"Ayer perdí tu sonrisa"

Ayer perdí tu sonrisa a causa de mi ignorancia
Y hoy me acoge la culpa en la distancia.
Yo no sé hasta cuándo
estaré tristemente esperando.

Y no hay milagro ni mago,
que ahogue mi pena en algún lago,
por más que mi llanto sea sagrado
para tu perdón ya no es de su agrado.

Allí donde se juntan los ríos en el mar,
allí es donde quiero tu recuerdo derramar,
desde mis ojos llanto por el ocaso,
hasta tu mínimo recuerdo que estuvo de paso.

Comprendo que quizá sea ridículo para la gente
al ver cómo te evoco desesperadamente.

Cuando se apaguen las estrellas en el cielo,
cuando los pájaros no te silben ni al vuelo
tal ves cansados de recordarte, ese día
olvidarte no habré podido todavía.

Dicen que al atardecer me dejarás de querer,
yo ni amaneciendo después de atardecer;
ni aún oscureciendo los años de mi vida,
bastaran para que te de por perdida.

Joven o anciano, sonriente o lloroso,
o al borde del mar con un puñal doloroso,
si se cumpliese ese anhelado día
no me rendiría, aún así te esperaría!.



“El adiós final"

Retornará de otro hombre algún poema,
que en sus oídos vibrará,
y de lo profundo de su alma,
mi voz marchita escuchará.

Tal vez despierte en ella un suspiro,
tal ves no sea por aquel poema,
mas bien será por aquel recuerdo,
que falsamente,
lo creía asunto olvidado.

En el silencio se un eco moribundo
gimiendo lentamente,
mi nombre que en sus labios
lo había creído sepultado,
como una melodía triste
lo habrán resucitado.

Aunque no nos demos cuenta
las olas vienen y se van,
y es verdad
que las cenizas que quedaron,
con una ráfaga de viento,
hacia el vacío volarán.

Tal ves algunas noches
ella conmigo habrá soñado,
pero es verdad también,
que al amanecer
ese sueño habrá terminado.

Es cierto que algunas rosas marchitas,
al regarlas nuevamente florecen,
pero esa rosa que alguna vez contemplamos
ya ni con bálsamo bendito florece.

Es cierto también, que las heridas
con el tiempo cicatrizan,
pero aquellas que hieren el alma
ni con las horas, los días, los años,
he incluso, ni con la misma vida,
en algún momento cicatrizan.

Y lágrima por lágrima
las almohadas han de perfumarse,
¡Que perfume, blasfemo este momento!
si el llanto derramado no es
por celebrar una alegría,
sino por tener una melancolía.

De rodillas en el sepulcro,
Pido perdón a Dios,
y con llanto empapado de amargura,
sello en nicho que en vida fue:
un amor que una vez falleció
y que de ahora en adelante,
para siempre marchitó.



"Solo sin tu Amor"

Me he quedado solo en la barraca.
Hasta la melodía llora
al saber que paso a paso,
tu de mí te alejas.

Perdona que te extrañe,
perdona que te recuerde
pero es que no has podido,
marchitar del jardín de mis pensamientos.

Me llamas amigo,
lo hago también
mas no puede el corazón,
darle al tiempo la razón.

Uno lucha por alcanzar
en el mudo la felicidad.
Porque decir que el amanecer es maravilloso
si después al caer la noche, tiene un atardecer.

Porque decir que una rosa expresa ternura
si detrás de ella, sus espinas nos hacen llorar.
Porque después de tanto amor y ternura
lo apaga un viento de dolor y amargura.

La vida es injusta,
también es injusto
querer y no ser querido;
pero más injusto aún,
es amarse y estar ausentados.

Perdona que te diga adiós,
perdona que te mienta;
podré estar atormentado
pero jamás resignado.

Como sufre un corazón
cuando su amor se va;
como sufro yo por ti,
al saber que te perdí.

Me queda tu mirada pintada
en una estrella.
Y me dice la luna, que no me olvidarás.

El sólo recordarte y saber que te pierdo,
acecha de lo profundo,
mi alma tu recuerdo;

Y es entonces que comprendo,
que tal vez te amé demasiado
como jamás lo había imaginado.



"Nuevas Semillas"

I

Hoy al ver tu vieja foto
se me nublaron los ojos,
hoy que extraño el sabor se tus besos
se tornan amargos los recuerdos.

II

Quiero brindar tu despedida
con copa llena y buen bolero,
donde parezca sueño la melancolía
y apacible estela tu recuerdo.

III

No bañar con la tristeza de estas gotas
el jardín cultivos de encantos,
y no matar con el vaivén de las copas,
la pasajera sonrisa agonizante.

IV

Dejaré de morir cuando la tristeza se aleje,
llevando con ella mi onda pena;
y replantaré en mi alma el consuelo
para cosechar nuevos amores,
y así calmar los dolores.



"Medida de Amor"

Te amo porque con tu cariño
en mi pecho floreció el amor;
porque tu eres la fuerza
con la que late mi corazón,
eres mi día y la noche.

Porque tu sonrisa para mí
es lo inefable del paisaje.
Porque el brillo de tus ojos
es lo inédito al fulgor de una estrella.

Soy un moribundo
que necesita tu ayuda para vivir,
porque si no estas junto a mí
de tristeza y dolor, me puedo morir.

Quisiera que suspires
como suspiro yo por ti;
Pero como no lo he podido conseguir
no sé como fingir:

Lo llamo ilusión,
lo llamo amor,
pero lo cierto es
que te necesito para poder vivir,
eres el aire que respiro.

Lo cierto es que cuando te alejas,
mi aire solo es
la bruma de un cigarro oxidante.

Lo cierto es,
que con el solo roce de tus labios,
enloqueces lo valiente que hay en mí.

Y además, ese tu tierno mirar
me llena la vida de ensueños;
Irónico es amarte, pues me llevas gratis
hasta el cielo y el infierno, con solo mirarte.

Pero lo cierto es,
que te quiero tanto,
tanto que mucho es poco.